Ábside: Es la parte de la iglesia situada en la cabecera. Normalmente tiene forma semicircular.
Arbotante: Es un elemento estructural que tiene forma de medio arco, situado en el exterior del edificio, que recoge la presión del arranque de la bóveda, transmitiéndola al contrafuerte que se encuentra adosado en el muro de una nave lateral. De esta manera, se aligera el peso de la bóveda. Es un elemento característico de la arquitectura gótica.
Arquivoltas: Son los conjuntos de arcos que forman una portada.
Bóveda: Es una obra arqueada que sirve para cubrir espacios comprendidos entre muros o una serie de pilares alineados. Existen muchos tipos de bóvedas, pero los que vamos a estudiar son:
Bóveda de cañón: Es la que se origina por el desplazamiento de un arco de medio punto a lo largo de un eje longitudinal. Fue muy utilizada en la arquitectura romana, y posteriormente, en la prerrománica y románica.
Bóveda de crucería: Es la que está formada por una serie de arcos o nervios con función estructural. Fue la más utilizada en el gótico, llegando, a finales de este periodo, a crear complejos diseños geométricos.
Bulto redondo: Una escultura de bulto redondo es aquella que puede ser contemplada desde cualquier punto de vista a su alrededor. Son esculturas exentas, es decir, que no están adosadas a un muro.
Chapitel: Es un remate arquitectónico situado en la parte superior de una torre o campanario.
Cimborrio: Construcción elevada sobre el crucero que habitualmente tiene forma de torre de planta cuadrada u octogonal, rematada con un chapitel.
Contrafuerte: Obra maciza de albañilería, a modo de pilastra, adosada al muro exterior y que sirve para reforzarlo en los puntos en que éste soporta mayores empujes.
Crucero o transepto: Espacio en que se cruzan, en un templo, dos naves perpendiculares, siendo una de ellas la nave principal.
Cúpula: Bóveda semiesférica con la que se cubre un edificio o parte de él.
Deambulatorio o girola: Es una prolongación de las naves laterales de una iglesia que rodea el altar mayor y permite el tránsito de los fieles. Surgió en la arquitectura románica, extendiéndose su uso también en la gótica. Este pasillo permitía observar las reliquias que se conservaban en el altar, sin interferir en los oficios religiosos.
Fresco: Técnica pictórica que consiste en aplicar el color sobre una capa de cal húmeda. Esto hace que se forme una película de carbonato de calcio que une los colores a la pared de forma duradera. Un fresco bien hechi es aquel que no necesita retoques posteriores.
Gárgolas: Son esculturas de seres fantásticos colocadas en los tejados y cumplían la función de desagüe.
Nave: Cada uno de los espacios que, delimitados por muros o columnas, se extienden a lo largo de un edificio. La central es la principal, y suele ser más ancha y más alta que las laterales. Normalmente, una iglesia se compone de 3 o 5 naves.
Pantocrator: Representación de Cristo triunfante, sentado con los Evangelios en la mano izquierda y la derecha en actitud de bendecir. Se le representa dentro de un óvalo llamado almendra mística o mandorla.
Pináculo: Elemento arquitectónico constructivo y decorativo. Posee forma de pilar y se remata con una figura piramidal o cónica. Su principal función es dar la sensación de que nos encontramos ante un edificio más alto, característica del gótico. Solían fabricarse en piedra, aunque en algunas ocasiones también se confeccionaban en plomo.
Planta de cruz latina: Tipo de planta compuesta por dos brazos que se cruzan, siendo uno más largo que el otro, formando, de esta manera, una cruz. Tiene un significado simbólico, aludiendo a Cristo en la cruz.
Parteluz o mainel: Es un elemento arquitectónico que se dispone en una ventana o una puerta, "partiendo la luz" que entra y, de esta manera, se divide en dos.
Portada: Es una puerta ornamentada (decorada). Normalmente, las iglesias medievales poseían la portada principal, situada a los pies de la iglesia, siendo más grande y suntuosa, y dos laterales, una a cada extremo, situadas en los brazos del transepto, y eran más pequeñas.
Relieve: Obra escultórica realizada sobre una superficie (madera, piedra, metal). Hay tres tipos: bajorrelieve, que apenas sobresale; mediorrelieve, en el que sobresale aproximadamente la mitad de la figura, y altorrelieve, en el que sobresalen unas tres cuartas partes de la figura.
Retablo: Estructura que cubre el muro tras el altar, realizada sobre madera, piedra o metal, con esculturas o pinturas o una mezcla de las dos artes. Tienen distintas partes: la situada en la parte inferior se denomina banco o predela; cada una de las divisiones verticales se llama calle y las divisiones horizontales cuerpos. A los lados y en la parte superior se disponen unas tablas inclinadas llamadas guardapolvos, que protegían al retablo del polvo y también se decoraba.
Rosetón: Es una ventana circular decorada con vidrieras, situados en las portadas de las catedrales góticas.
Temple: Técnica pictórica en la que los colores se consiguen mezclando los pigmentos con huevo o cola y agua templada.
Tetramorfos: Son los símbolos que representan a los cuatro evangelistas: hombre alado (San Mateo); buey (San Lucas); león (San Marcos) y águila (San Juan).
Tímpano: Es el espacio comprendido entre el dintel (elemento horizontal que soporta una carga) y las arquivoltas en las portadas de las iglesias.
Vidriera: Es una composición hecha con vidrios de colores y que servían para adornar los ventanales de las iglesias y catedrales góticas